Este 3 de junio la Universidad Nacional de las Artes estará presente junto a las mujeres, lesbianas, trans, travestis e identidades no binaries, para gritar, una vez más, la demanda de Ni Una Menos Vivas, Libres y Desendeudadas nos queremos!
El aislamiento social, preventivo y obligatorio impide que estemos en las calles, sin embargo las redes feministas serán quienes sostengan los reclamos cada vez más urgentes contra los femicidios, los transfemicidios y travesticidios, y denuncien la violencia patriarcal, capitalista y racista.
En esta ocasión, la UNA celebra la conformación del Ministerio Nacional de las Mujeres, Géneros y Diversidad cuya creación constituye un gran paso, en tanto el Estado asume un rol de interlocutor legítimo para los reclamos de las mujeres y LGBTI+. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que la cuarentena no frenó los casos de violencia de género en los hogares, por eso creemos necesario fortalecer las políticas estatales contra la desigualdad y la violencia de género.
Desde la Universidad reivindicamos, además, la aplicación de la Ley Micaela en todo el territorio nacional. Luego de ciertas resistencias, las provincias argentinas adhirieron a la norma que apunta a capacitar en materia de género y violencia a los/as funcionarios/as públicos de todos sus niveles. La adhesión y promoción de la Ley Micaela en las universidades nacionales fue iniciativa de la RUGE -Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias-. En nuestro caso, dimos inicio a la capacitaciones a autoridades y docentes en 2019.
Seguimos exigiendo la aprobación de la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito, porque no queremos que ocurra ninguna muerte más por abortos clandestinos en nuestro país. También pedimos avanzar con la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en todas las escuelas de la Argentina, porque creemos que la ESI es la garantía de igualdad de derechos para las mujeres y disidencias a vivir libres de violencias.
La pandemia pone en evidencia la pobreza, la marginalidad, el hacinamiento y la precarización de las mujeres y LGBTI+ y expone la falta de acceso a la educación, a la salud y al trabajo de estos sectores históricamente vulnerables. También visibiliza que las tareas de cuidado y comunitarias recaen fuertemente sobre el cuerpo de mujeres y disidencias. Hoy más que nunca necesitamos un salario universal, derechos contra la precarización laboral y cupo laboral trans.
Este 3 de junio no estaremos en las calles pero seguiremos tejiendo redes y acciones para denunciar que la violencia machista es un entramado económico, político y cultural, y solo la organización colectiva de mujeres y LGTBI+ potenciará las luchas y convertirá nuestras demandas en políticas públicas que hagan la vida más justas para todas y todes.
En esta ocasión, la UNA celebra la conformación del Ministerio Nacional de las Mujeres, Géneros y Diversidad cuya creación constituye un gran paso, en tanto el Estado asume un rol de interlocutor legítimo para los reclamos de las mujeres y LGBTI+. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que la cuarentena no frenó los casos de violencia de género en los hogares, por eso creemos necesario fortalecer las políticas estatales contra la desigualdad y la violencia de género.
Desde la Universidad reivindicamos, además, la aplicación de la Ley Micaela en todo el territorio nacional. Luego de ciertas resistencias, las provincias argentinas adhirieron a la norma que apunta a capacitar en materia de género y violencia a los/as funcionarios/as públicos de todos sus niveles. La adhesión y promoción de la Ley Micaela en las universidades nacionales fue iniciativa de la RUGE -Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias-. En nuestro caso, dimos inicio a la capacitaciones a autoridades y docentes en 2019.
Seguimos exigiendo la aprobación de la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito, porque no queremos que ocurra ninguna muerte más por abortos clandestinos en nuestro país. También pedimos avanzar con la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en todas las escuelas de la Argentina, porque creemos que la ESI es la garantía de igualdad de derechos para las mujeres y disidencias a vivir libres de violencias.
La pandemia pone en evidencia la pobreza, la marginalidad, el hacinamiento y la precarización de las mujeres y LGBTI+ y expone la falta de acceso a la educación, a la salud y al trabajo de estos sectores históricamente vulnerables. También visibiliza que las tareas de cuidado y comunitarias recaen fuertemente sobre el cuerpo de mujeres y disidencias. Hoy más que nunca necesitamos un salario universal, derechos contra la precarización laboral y cupo laboral trans.
Este 3 de junio no estaremos en las calles pero seguiremos tejiendo redes y acciones para denunciar que la violencia machista es un entramado económico, político y cultural, y solo la organización colectiva de mujeres y LGTBI+ potenciará las luchas y convertirá nuestras demandas en políticas públicas que hagan la vida más justas para todas y todes.