En una jornada cargada de emoción, el Consejo Superior aprobó por unanimidad la designación de la Dra. María Araceli Soto como Profesora Emérita de la UNA.
El Consejo Superior de la Universidad Nacional de las Artes designó como Profesora Emérita a Marita Soto, quien formó parte del grupo de docentes que fundaron el Área Transdepartamental de Crítica de Artes, unidad académica en la que se desempeñó, además, como Decana Directora durante dos períodos.
En los considerandos de la resolución, se destaca el compromiso de la flamante profesora emérita “con una educación pública de calidad, diversa y siempre innovadora; su generosidad como maestra de tantos/as estudiantes, docentes e investigadores/as que hoy forman parte de la comunidad de la UNA; su capacidad de escuchar y, sobre todo, su profunda e incansable potencia creativa; todos ellos aspectos relevantes de nuestra identidad institucional”.
El recinto colmado se vio varias veces interrumpido por los aplausos y el entusiasmo en reconocimiento a la trayectoria y los valores de Marita Soto.

La rectora de la UNA, Sandra Torlucci, también enfatizó la potencia creativa, entrega y compromiso de la homenajeada. Por su parte, Sergio Ramos, decano del Área Transdepartamental de Crítica de Artes, destacó: “Marita nos recuerda lo que es ser un docente de calidad en una universidad de calidad, que implica investigar, hacer extensión, editar libros, generar encuentros, generar discusiones”.
Marita agradeció la emoción de todas y todos los presentes y agregó: “En este recinto he disfrutado y aprendido enormemente. Hemos batallado, hemos aprobado cosas, hemos creado, pero además hemos aprendido de la condición política de tener una voz dentro del Consejo Superior”.
Además, Soto se refirió a su designación: “Esto tiene que ver con el reconocimiento a la carrera, pero a mi me parece que tiene otro aspecto que es la pertenencia, el seguir estando, la posibilidad de quedar en disponibilidad para que la Universidad pida lo que me pida, encuentre la demanda o necesidad en la que yo pueda continuar trabajando. Y esta pertenencia es invalorable”.
Finalmente, Marita recordó a sus padres, a quienes dedicó el reconocimiento antes de agradecer los aplausos, corolario de tan merecida designación.
En los considerandos de la resolución, se destaca el compromiso de la flamante profesora emérita “con una educación pública de calidad, diversa y siempre innovadora; su generosidad como maestra de tantos/as estudiantes, docentes e investigadores/as que hoy forman parte de la comunidad de la UNA; su capacidad de escuchar y, sobre todo, su profunda e incansable potencia creativa; todos ellos aspectos relevantes de nuestra identidad institucional”.
El recinto colmado se vio varias veces interrumpido por los aplausos y el entusiasmo en reconocimiento a la trayectoria y los valores de Marita Soto.

La rectora de la UNA, Sandra Torlucci, también enfatizó la potencia creativa, entrega y compromiso de la homenajeada. Por su parte, Sergio Ramos, decano del Área Transdepartamental de Crítica de Artes, destacó: “Marita nos recuerda lo que es ser un docente de calidad en una universidad de calidad, que implica investigar, hacer extensión, editar libros, generar encuentros, generar discusiones”.
Marita agradeció la emoción de todas y todos los presentes y agregó: “En este recinto he disfrutado y aprendido enormemente. Hemos batallado, hemos aprobado cosas, hemos creado, pero además hemos aprendido de la condición política de tener una voz dentro del Consejo Superior”.
Además, Soto se refirió a su designación: “Esto tiene que ver con el reconocimiento a la carrera, pero a mi me parece que tiene otro aspecto que es la pertenencia, el seguir estando, la posibilidad de quedar en disponibilidad para que la Universidad pida lo que me pida, encuentre la demanda o necesidad en la que yo pueda continuar trabajando. Y esta pertenencia es invalorable”.
Finalmente, Marita recordó a sus padres, a quienes dedicó el reconocimiento antes de agradecer los aplausos, corolario de tan merecida designación.