Material complementario
La Cárcova homenajea a Cárcova
El legado de Ernesto
Sensitivo y cordial en todo momento, no podrá olvidarse nunca que fue
tan
señor
de la paleta como lo fuera con los
afectos.
Enrique Prins, Exposición Ernesto de la Cárcova, Buenos Aires, Asociación Amigos del Arte, 1928.
La muerte de Ernesto de la Cárcova el 28 de diciembre de 1927 fue una gran conmoción tanto para el ambiente artístico como para la sociedad porteña en general. Su funeral tuvo una enorme concurrencia y la prensa se pobló de notas homenaje. Al año siguiente, la Asociación Amigos del Arte organizó una importante exposición póstuma que fue un hito que reunió prácticamente la totalidad de su producción de treinta y cinco pinturas, diez medallas y algunos dibujos. Allí, el escultor José Fioravanti exhibió un busto del maestro en bronce, que, en mayo de 1932, fue descubierto en la Escuela Superior de Bellas Artes, llamada “Ernesto de la Cárcova” como homenaje. En 1945, un grupo de estudiantes de la Escuela Superior conformado por Clara Carrie, Conrado Chizzolini, Fernando Moline, José M. Tubio editaron El Patio, una publicación que homenajeaba a Cárcova con una tirada de 400 ejemplares comunes y 100 especiales. La revista contenía artículos sobre la concepción del arte y de la enseñanza artística por parte de profesores de la institución, además de incluir una valiosa selección de obras gráficas de estudiantes, entre las cuales se destacaba la colaboración de Aida Vaisman, Elba Villafañe, Enrique de Larrañaga, Lino Eneas Spilimbergo e inclusive del director, Alfredo Guido.