Material complementario
La primera Cárcova
La creación de la Escuela Superior de Bellas Artes (1921)
Como cuentan las fuentes de la época, la instalación de la Escuela Superior de Bellas Artes en 1923 en
estos terrenos,
cedidos por el Ministerio de Agricultura, fue concebida casi como una épica que transformó un “desierto”
en un
“paraíso”. Durante la breve dirección de Cárcova, él mismo expresó la necesidad de que “el maestro
conviviese
espiritualmente con el discípulo”, de modo tal que se disfrutó de un ambiente de libertad y
creatividad.
Los siguientes directores, primero el pintor Carlos Ripamonte (1928-1932) y luego el pintor Alfredo Guido
(1932-1955),
marcaron una nueva etapa en la institución que fomentó una mayor sistematización administrativa y procuró
aumentar y
diversificar la oferta de materias. Muralismo, cerámica, grabado y artes de libro fueron algunas de las
técnicas que
podían aprender los y las estudiantes. Así, la Escuela Superior se convirtió en una institución referente
tanto en la
ciudad de Buenos Aires como en el resto del país y la región.