En un contexto de negociaciones paritarias deficientes, el sostenido proceso inflacionario y la devaluación del peso argentino, así como el desmedido aumento de tarifas en lo que va del año, se ha depreciado los salarios de los trabajadores y las trabajadoras de las universidades públicas, provocando una constante pérdida de su poder adquisitivo. Además, la suspensión de obras de infraestructura y de programas para el mejoramiento institucional impide no sólo el desarrollo sino el normal funcionamiento de las universidades.

En el caso particular de la Universidad Nacional de las Artes, el Ministerio de Educación de la Nación no ha remitido los fondos para el pago de los salarios de los docentes del CINO (Curso Introductorio de Nivelación y Orientación) en el primer cuatrimestre del corriente año lectivo. Asimismo, ante el no envío de un programa que contemple la emergencia edilicia, la UNA debe afrontar con gran dificultad la re-negociación de contratos de alquileres en el marco de la espiral inflacionaria.

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