19 y 20 de diciembre de 2001: Crisis y organización social

19 y 20 de diciembre de 2001: Crisis y organización social

Se cumplen 20 años de la crisis económica, política y social que condujo a las manifestaciones del 19 y 20 de diciembre de 2001 y a la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa. Estos días estuvieron marcados por una fuerte represión por parte de la policía y el asesinato de 39 personas, 10 de ellas menores de edad.
Durante el mes de diciembre de 2001, la Argentina transitó una serie de acontecimientos, como resultado de casi tres décadas de extremas políticas neoliberales, que marcaron su historia institucional y política reciente.

Foto: Enrique García Medina

El desmantelamiento del aparato productivo, la reducción del Estado, el desfinanciamiento de la educación y la salud, los reiterados casos de corrupción, los altos niveles de precarización laboral y desocupación -cerca de 2 millones de desocupados-, la recesión económica, la fuga de capitales -19.000 millones de dólares en 2001-, los recortes salariales -entre el 13 y el 21%-, la reforma del sistema jubilatorio -eliminación del régimen estatal de reparto y la prestación básica universal, entre otros aspectos-, la Reforma Laboral y, finalmente, el corralito financiero, impuesto por el entonces ministro de economía Domingo Cavallo, fueron algunos de los padecimientos que llevaron a sectores de la clase media, que veían sus ahorros desaparecer, a salir a la calle a reclamar junto a los sectores populares, quienes ya se venían organizando en torno a ollas populares, piquetes y asambleas.

Ante el hartazgo generalizado de la sociedad frente a un modelo conservador, corrupto y excluyente, amplios sectores se unieron bajo la consigna “Que se vayan todos”.

Frente a las manifestaciones de protesta y los saqueos producidos en todo el territorio nacional, el Estado desplegó una fuerte represión que incluyó el homicidio de más de treinta personas, centenares de heridos y cuatro mil quinientos detenidos en el marco de un Estado de Sitio. Incluso las Madres de la Plaza fueron brutalmente golpeadas por la policía montada durante los acontecimientos de diciembre.

Sin embargo, la crisis de 2001 también abrió la puerta a dinámicas sociales que avanzaron hacia la organización colectiva y la participación política, prácticas socavadas durante la década del noventa. La renovada noción de comunidad se vio cristalizada a partir de diferentes formas de organización social.

La irrupción en el conurbano de los piquetes y ollas populares hicieron visible que la profundidad de la crisis no afectaba solamente al interior del país. En La Matanza se llevó a cabo la primera Asamblea Nacional Piquetera con presencia de organizaciones de ese distrito y del interior del país, que aprobó un plan de lucha con cortes de ruta progresivos para oponerse a la política de ajuste.

Por otra parte, frente al cierre de fábricas y empresas, trabajadores y trabajadoras se organizaron de manera horizontal y democrática, generalmente bajo la forma de cooperativas.

En los diferentes barrios, se organizaron formas de economía social y de intercambio solidario de productos y servicios, como el trueque. En algunos casos se crearon "sustitutos de moneda" que se sumaron a los bonos y monedas alternativas extendidos por el Estado Nacional y Provincial.

Asimismo, durante esta crisis surgieron, en diversos puntos del país, asambleas que redefinieron las formas de participación comunitaria y de articulación política. Estas fueron, además, como señala Graciela Di Marco (2011), la condición de posibilidad para la emergencia de una identidad política colectiva organizada en torno a la demanda de derechos, como lo sería, por ejemplo, las Asambleas por el Derecho al Aborto.

En todos estos casos de organización colectiva, las mujeres han asumido un rol protagónico: han estado al frente de asambleas y comedores, organizado cooperativas y clubes de trueque y han promovido nuevos espacios de participación política que avanzaron, a la vez, en demanda y consecución de la igualdad en los espacios de representación política. Graciela Di Marco llamaría a este proceso de emergencia “El Pueblo Feminista”.

La Universidad Nacional de las Artes recuerda a las víctimas de la represión y de las políticas neoliberales de aquel 2001 y reafirma, una vez más, que el éxito de toda organización radica en su carácter plural, diverso y solidario.

(Foto: Enrique García Medina)

Datos de contacto
Secretaría de Igualdad, Derechos y Diversidad UNA
rectorado.igualdad@una.edu.ar
Cerrar Esta web inserta cookies propias para facilitar tu navegación y de terceros derivadas de su uso en nuestra web, de medios sociales, así como para mejorar la usabilidad y temática de la misma con Google Analytics.
Los datos personales NO son consultados. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso.