Cada 25 de noviembre, desde el año 1981, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en recuerdo del feminicidio de las hermanas Mirabal, conocidas como “Las Mariposas”, a manos de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana.
“Cuando supe que habían caído las tres hermanas Mirabal me dije:
la sociedad establecida ha muerto”
Pedro Mir, Amén de mariposas
Fue un 25 de noviembre de 1960 cuando Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas al regresar a su casa en un solitario camino de montaña. Habían ido a visitar a sus parejas, prisioneros del régimen de Trujillo. Las ahorcaron con pañuelos de seda, las remataron con golpes de todo tipo y simularon un accidente automovilístico. María Teresa tenía 36 años. Patria, 30. Minerva, 26.
Las hermanas Mirabal formaron parte del movimiento de resistencia “14 de junio” y no dudaron en poner su palabra y su cuerpo en la lucha contra la dictadura. “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”, exclamaba Minerva Mirabal. Y no se equivocó. Como una ironía -cruel- del destino, su crimen abrió los ojos a todo el pueblo dominicano que comenzó a cuestionar y derribar de raíz el régimen impuesto por el tirano.
A las hermanas las llamaban “mariposas”. No se sabe bien por qué pero nos gustaría pensar que, fue tal vez, por ese vuelo que siempre tuvieron. “Hay que tener coraje para ser mariposa” en este mundo de “gusanos capitalistas”, gritaba Lohana Berkins. Es que, “las mariposas más lindas -como recuerda Galeano a las Mirabal- se salvan exhibiéndose”. Se exhiben en la lucha contra toda forma de injusticia. Se exhiben y, al hacerlo, nos exhiben a nosotrxs como sociedad.
Las “mariposas” fueron brutalmente asesinadas. Sesenta y tres años después, en todo el mundo, persisten modelos políticos, económicos y domésticos patriarcales que siguen siendo las principales causas de la violencia por motivos de género. En Argentina, según la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por medio del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina correspondiente al año 2022, se registraron 252 víctimas fatales de violencia de género, un promedio de 1 femicidio cada 35 horas.
Los datos son alarmantes y exigen cambios estructurales desde los diversos espacios estatales a través de políticas públicas, desde la efectiva implementación de la Ley de Educación Sexual Integral N° 26.150 en las escuelas y la Ley Micaela N° 27.499 en los ámbitos laborales, con el objetivo de reflexionar crìticamente sobre la situación y poder revertir las preocupantes cifras con respecto a las violencias.
A 40 años de la recuperación de la democracia en la Argentina, en un contexto de avanzada de posturas de ultraderecha que habilitan discursos y prácticas de odio que vulneran derechos conquistados, desde la Secretaría de Igualdad, Derechos y Diversidad (UNA) convocamos a recordar a las hermanas Mirabal y subrayamos la importancia de la lucha colectiva para la erradicación de toda forma de violencia por motivos de género.
“Estas hermanas, que lucharon contra un tirano, sirven de modelo para las mujeres que luchan contra toda clase de injusticia”
Julia Álvarez, En el tiempo de las mariposas
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