Conversatorio con Lola Arias. El arte como un acto político

Conversatorio con Lola Arias. El arte como un acto político

La escritora, directora de teatro y cine argentina Lola Arias, brindó un conversatorio en el marco del ciclo Conversatorios Públicos organizado por la cátedra Dirección Teatral II de la Licenciatura en Dirección Escénica, y por los seminarios Introducción a los Estudios de la Performance y Teoría de la Performance y el Teatro Performático, de la Maestría en Teatro y Artes Performáticas.
El decano del Departamento de Artes Dramáticas, Profesor Sergio Sabater fue quien presentó a la artista Lola Arias, ante el público presente: “Es una embajadora artística de nuestro país desde hace muchos años, y también de América Latina. Acaba de ganar el Premio Internacional Ibsen, que tiene una relevancia y una significación muy particular en este momento y con esta coyuntura que nos toca vivir de ataque a la cultura, al teatro. Es un símbolo y un emblema de muchas luchas”.

Lola Arias comenzó el conversatorio contando sus primeras experiencias como autora: “La primera obra que escribí fue una obra de ficción, La escuela y la familia, una obra que hice con las personas que eran en ese momento mis compañeres, una obra que escribí, dirigí y puse en escena con actores, cosa que después cambió completamente a lo largo de mi trabajo porque fui trabajando mucho más a partir de investigación y en un registro mucho más documental. Pero esta primera obra para mí es muy importante porque es el primer paso en una práctica que luego me va a llevar por muchos caminos”.

“Aquella primera función -recordó la autora- fue en el Centro Cultural Rojas, y en el centro del techo había filtraciones muy importantes y llovió adentro del escenario y me acuerdo que les performers siguieron actuando como si no pasara nada. Al final, lo que queda es esa lluvia que cae en el escenario, o sea, cómo empezar a pensar la práctica del teatro como un arte vivo y cómo interfiere todo lo que nos constituye: la situación política, la lluvia que entra a través de las filtraciones, el sonido de la marcha que todavía se escucha en la sala”.

La autora se refirió a esa primera manera de pensar el teatro como disparador para trabajar con lo real, con lo documental, y la construcción de un camino entre la ficción y lo tangible. Ese recorrido siguió con una obra que tenía un elemento que irrumpía en la ficción: la presencia de un bebé en escena, lo cual -dijo- “fue muy interesante para mí pensar una ficción como un texto que había escrito y que estaba completamente terminado y escrito previamente era intervenido por la presencia real del bebé”.




Arias se refirió a esa obra para referenciar y explicar a les estudiantes presentes en el conversatorio acerca de qué es la presencia escénica, desde qué y dónde nace en cualquier persona esa conciencia de lo que es ser mirado, ser escuchado, estar en el centro de la escena. Además, contó que para ella fue un aprendizaje de cómo trabajar entre lo real y lo ficcional, cómo generar un espacio dentro del teatro, que es un lugar de ficción para lo real y que esos dos elementos podían convivir y potenciarse.

Arias también hizo alusión a Mi vida después, su primera obra documental, que reconstruye la vida de personas de su misma generación, nacidas durante la dictadura militar, y cómo hacer que el archivo sea performático en el sentido de darle vida, que éste no se vuelva algo muerto guardado en un cajón, sino que está vivo en el escenario.

En este sentido, a propósito de la coyuntura actual y el negacionismo, Arias pensó en la posibilidad de volver a realizar esta obra, pero con la tercera generación como protagonista, para pensarlo en términos de la responsabilidad sobre la juventud que votó a Milei. “Tenemos que pensar con ella por qué, qué pasó, dónde se produjo el cortocircuito generacional para que personas tan jóvenes hayan tomado la decisión de votar a un fascista. ¿Qué pasó en el medio? Porque al final, la historia es la historia de las generaciones que piensan las generaciones anteriores y piensan el pasado. Lo pensábamos como un acto político de interferencia sobre el presente”.

Durante más de la hora y media de conversatorio, Lola Arias pasó por Campo Minado, obra de teatro documental sobre la guerra de Malvinas y la reconstrucción a través de dos miradas diferentes, así como por la película sobre el mismo tema, Teatro de Guerra. En este caso, se refirió al proceso de selección de los protagonistas, que aunque no queden en el proyecto final de la obra, siguen estando a través de comentarios, de presencias que van más allá de lo físico.

Sobre este documental, Arias dijo: “Estoy muy agradecida a las universidades públicas porque todo lo que hice lo hice gracias a ellas. Para Campo minado, quien me apoyó como institución fue la UNSAM en un momento que nadie lo bancó”.

Lo imprevisto, la aventura del hallazgo de los testimonios, lo que pasa y lo que no, es lo que marca la identidad de esta autora, quien dijo que “justamente eso es lo que me interesa, también de la experiencia o de la práctica artística, esa impredictibilidad de lo que hago, aunque hay que poder acompañar eso y también dejar que pase lo que tenga que pasar”.

Las diferentes características entre el teatro y el cine, temáticas que atravesaron sus obras, su experiencia durante la pandemia y cómo esta circunstancia marcó el trabajo artístico, fueron otros de los tópicos que repasó la invitada. También se explayó acerca de la autenticidad y cómo puede transformar el trabajo de un no actore en performers.

“La obra grande que hice después de Campo minado, que era sobre los hombres y la guerra, fue Lengua madre, que era sobre la otra guerra, que es la maternidad”, dijo Arias, y profundizó acerca de la temática de género, el feminismo, el aborto, la reproducción y la decisión sobre los cuerpos como tema político.

Consejos para estudiantes de dirección, para los futuros actores y actrices, y la necesidad de exponer las discusiones sobre ciertos temas, pasaron por la mesa del conversatorio. También la autora adelantó una próxima película y una obra (en cartelera actualmente) que son el resultado de un trabajo muy largo que llega un poco a su cristalización. Reas es un musical con personas que estuvieron detenidas en cárceles de mujeres. “Muchas veces me preguntan por qué decidí hacer un musical con personas que estuvieron detenidas. Y la verdad es que la música es el arte que más sobrevive en el contexto de encierro”.

De esa película surgió luego la posibilidad de hacer una obra de teatro: Los días afuera. “La potencia del teatro es increíble, es un arte político, es un arte que transforma la vida de las personas y de las que están en el escenario, de los que están abajo, genera comunidad, para mí por eso era importante hacer una obra de teatro también en este caso”.

Para finalizar, Lola Arias contestó preguntas del público presente sobre su lugar como espectadora de teatro y de cine, sobre el teatro de ficción, sus métodos de trabajo, el proceso de investigación, los recursos económicos para cada proyecto y cómo lleva adelante su trabajo diario, entre otros temas.
 
El conversatorio estuvo moderado por la Dra. Julia Elena Sagaseta, el Lic. Guillermo Cacace, la Lic. Noelia Morales, el Lic. Hugo Martínez, la Mg. Denise Cobello y el Dr. Maximiliano de la Puente.

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