El viernes 25 de octubre la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó de un encuentro junto a la comunidad de la UNA, que tuvo como protagonistas a estudiantes, graduadxs, docentes, nodocentes y representantes de sindicatos universitarios, así como de organizaciones sociales y barriales. La jornada se celebró en conmemoración de los primeros 10 años de la universidad.
(Foto: Prensa CFK)
Al llegar, recorrió el Museo de la Cárcova junto a la rectora Sandra Torlucci, decanas y decanos de las unidades académicas. Luego, en los jardines, la ex mandataria participó de una distendida reunión con las personas presentes. Representantes de todos los claustros tomaron la palabra y, a través de anécdotas, música y aplausos, expresaron su profundo afecto y agradecimiento hacia quien hizo posible que, hace diez años, el IUNA se convirtiera en la actual Universidad Nacional de las Artes.
En cada relato, contaron sus experiencias y lo que significó poder transitar su vida en la universidad, aún cuando provenían de familias humildes. Expresaron con emoción las transformaciones que experimentaron, junto a sus familias y sus seres cercanos, a partir de las políticas públicas impulsadas durante los dos mandatos de Cristina Fernández y el de su compañero, Néstor Kirchner. En primera persona, contaron cómo sintieron el acompañamiento que les brindaba el Estado para poder lograr objetivos individuales y colectivos. La ex presidenta les alentó diciendo: “Estoy a disposición de todos ustedes, saludarlos y abrazarlos. Necesitamos abrazos.”
Durante su último mandato como presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, fue la impulsora de la Ley que le otorgó su actual denominación a la UNA. Durante el encuentro celebró su décimo aniversario, destacando la belleza del lugar y de su comunidad. Se refirió a la institución como un patrimonio de la Argentina y la describió como: “Un lugar que forma artistas, que son la expresión más sublime de la condición humana”.
“¡Valió la pena”, dijo. “Estar en lugares donde uno ha construido y creado, aún con todo lo que pasó después, vale la pena, porque lo vale para el pueblo”. “Tal vez lo más maravilloso fue la movilidad social ascendente, que tanta gente pudiera pensar que su futuro iba a ser mejor, que tanta gente pudiera pensar en el futuro e imaginar una vida distinta. Nunca me lo van a perdonar pero quiero decir que nunca me voy a arrepentir tampoco”.
Continuó dirigiéndose a las y los allí presentes: “Uds. son lo que son por su propio esfuerzo. Esto tiene que quedar claro siempre: no lo son gracias a ningún dirigente político. Los dirigentes políticos, por lo menos los que tenemos una mirada acerca de cuál es el rol de la política, tenemos la obligación, sobre todo cuando asumimos responsabilidades institucionales, y en particular cuando estamos en lo más alto de la pirámide institucional, de proporcionar los instrumentos, diseñar las políticas y generar las obras que permitan que la gente pueda decidir su vida. Esta es la clave: ¿qué libertad puede haber si no tenés para comer, si no alcanza la plata para subir al colectivo? La libertad se alcanza cuando la comida está asegurada, cuando tenés trabajo y llegás a fin de mes, cuando podés consultar con un médico. Ahí sos libre. Así que, primero, hay que redefinir el concepto de libertad. Libertad es poder decidir. Nadie decide no comer, nadie decide no tener plata para viajar o para estudiar”. Y afirmó que: “Los dirigentes tienen que otorgar todos los instrumentos para que la gente pueda decidir libremente cuál es su vida”.
La ex presidenta, también se refirió al flashmob (ver nota) realizado por la comunidad del Departamento de Artes del Movimiento de la UNA en la estación Once de trenes el miércoles 23, del que participaron también estudiantes de otras unidades académicas. Expresó que le había parecido una de las formas más creativas de interpelar a la sociedad. Y alentó a desarrollar formas pacíficas como esa para dar visibilidad al conflicto que están atravesando las Universidades Públicas. Más temprano había destacado la importancia de la expresión artística “cuando se vincula con las cosas que le pasan al pueblo, que es el verdadero arte”. Y agregó: “Porque en definitiva, todos los grandes artistas han expresado una identidad con los pueblos a los cuales han pertenecido”.
Finalmente, y tras cantar a coro la canción de María Elena Walsh “Como la cigarra” con todas y todos los presentes, Cristina Fernández de Kirchner se mostró agradecida y resaltó la importancia del encuentro: "Todos los lugares donde uno pueda encontrarse, hablar, escucharse y compartir son muy importantes para todos. Créanme que cada vez que una participa de estos encuentros, sale con mucha fuerza porque se da cuenta de lo que se ha construido, escucha a los que han podido emerger, porque todos ustedes han podido emerger. Y eso, para mí, es muy, pero muy importante: ayudar a emerger”. Y cerró: “Estamos cansados de experiencias o de proyectos que solamente buscan ponerle la pata en la cabeza a la gente. Es mentira que quieren ponerle una pata al Estado. Al que quieren ponerle una pata en la cabeza y hundirlo es al pueblo argentino. No tengan dudas”.
La historia de la UNA
Hace 10 años, la Universidad Nacional de las Artes adoptó su actual denominación durante el mandato presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, quien impulsó un conjunto de políticas públicas orientadas a democratizar, fortalecer la educación superior, y ampliar el derecho a la educación universitaria. Gracias a esas iniciativas, se crearon nuevas universidades en todo el país, acercándolas a sectores históricamente postergados y permitiendo que nuevas generaciones, quizás las primeras en sus familias, se convirtieran en futuros profesionales.
Aquellas políticas impulsaron un amplio debate en la sociedad y, a partir del proyecto de Ley presentado por la entonces presidenta Fernández de Kirchner, la discusión se trasladó al Congreso Nacional. Ese proyecto, destacó la diversidad disciplinar de la enseñanza en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) transformándolo en UNA, mediante la sanción de la Ley 26.997 del 22 de octubre de 2014, ubicando a la Universidad Nacional de las Artes en el lugar que le corresponde dentro del Sistema Universitario Público Nacional.
Ese momento convirtió en realidad el anhelo de toda su comunidad académica y materializó años de trabajo para lograr la legitimación de las artes en la producción de conocimientos, su rol trascendental, junto a la cultura, como factores de transformación social, confirmando el lugar estratégico de la enseñanza artística en la formación de ciudadanos y ciudadanas con perspectiva crítica y compromiso político.
La UNA es la primera Universidad Nacional Pública dedicada exclusivamente a la formación de docentes, investigadoras e investigadores, profesionales de la cultura y artistas en todas las disciplinas de las artes.
La tarea de la UNA impulsa un impacto transformador en la sociedad a través del trabajo de creación, reflexión y de la producción de bienes simbólicos disponibles para toda la comunidad. Actualmente, cuenta con nueve unidades académicas, un museo universitario y un centro de oficios, que abordan la enseñanza desde un enfoque interdisciplinario. Esta perspectiva fomenta el diálogo entre los diversos lenguajes artísticos, respetando la singularidad de cada disciplina. Además, amplía su alcance, formando a jóvenes en oficios para las artes y la cultura e impulsando así oportunidades para ellxs.
En tiempos difíciles para el país y dentro de ese contexto, para todo el sistema público universitario, sabemos que el camino recorrido no fue en vano, y la clara demostración de eso es el contundente posicionamiento de la sociedad en su defensa. Esta demostración fue clara en las dos Marchas Federales Universitarias realizadas este año donde más de un millón de personas se manifestaron en las calles de todo el país en cada una de las convocatorias. Es indispensable la construcción de instituciones públicas sólidas, que apuesten, trabajando día a día, para el desarrollo y el progreso de nuestro país, si queremos que el sueño de una Argentina para las mayorías no sea en vano.
Más que nunca queda en evidencia que quienes intentan socavar el espacio público con discursos que buscan atacar y desprestigiar a las universidades nacionales, sólo pretenden un país para pocos, injusto y desigual. El apoyo y acompañamiento de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en una fecha tan importante para la UNA, bajo un contexto de agresiones feroces, nos impulsa a seguir creando mundos desde las artes y defendiéndolos con más fuerza. Seguiremos adelante trabajando cada día para lograr una Universidad más plural, inclusiva, creativa, y de mayor calidad, que llegue a más jóvenes que sueñan con el futuro que merecen.
(Foto: Prensa CFK)