El 14 de julio se conmemora el día internacional de la visibilidad no binaria, esto es, de aquellas personas cuyas identidades trascienden el binarismo de género femenino/masculino.
Las identidades no binarias son aquellas que no se identifican ni como mujer ni como varón, asimismo, muchas pueden llegar a identificarse por periodos o momentos de su existencia con algunos de estos géneros, así como pueden fluir entre ambos (género fluido).
La existencia no binaria es una de las más invisibilizadas de las disidencias sexuales. A continuación, compartimos algunos conceptos con el objetivo de reflexionar acerca de las sexualidades y cómo estas identidades interpelan las instituciones binarias y heteronormativas de la sociedad.
La cisnormatividad
La categoría cisexismo, nos ayuda a pensar acerca de la invisibilización de las identidades no binarias en la sociedad, así como las exclusiones que afrontan las identidades travesti y trans.
Las personas cis son aquellas cuyas identidades de género coinciden con el sexo asignado al momento del nacimiento. La norma cisexista impone como natural la alineación entre sexo y género, generando diversas exclusiones de la comunidad travesti y trans y no binaria.
La norma cisexista cala tan profundo en la sociedad que incluso al interior de la Comunidad LGBTTTQI+, las identidades no binarias, así como las personas travestis y trans atraviesan situaciones de violencia y exclusión.
La cisnormatividad otorga privilegios a las personas cis, los/as ubica en lugares de poder que conlleva a que la palabra y las experiencias de las personas no binarias, travestis y trans estén en segundo plano.
Legislaciones innovadoras
La Ley de Identidad de Género N° 26.743 (año 2012) en el artículo 2, establece que toda persona tiene derecho a “ser tratada de acuerdo con su identidad de género”, así como - artículo 1- “a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada”. Además, reconoce que todas las personas tienen derecho a un trato digno y acorde a su identidad, entendiéndose por ésta “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente”.
En el marco de esta ley, el Documento Nacional de Identidad solamente permite consignar allí el género masculino o femenino, de modo que las identidades no binarias no son reconocidas por esta legislación.
En tal sentido, el Decreto presidencial 476 del año 2021, reconoce la identidad por fuera del binomio femenino/masculino, al incorporar la nomenclatura “X” en el DNI como opción para todas las personas que no se identifican ni como varones ni como mujeres.
La UNA y la garantía de derechos
Con el objetivo de realizar una transformación interna en los sistemas universitarios que incorpore variables de identidad de género que trasciendan el binarismo femenino/masculino y se incluyan las identidades no binarias, hace aproximadamente un año el sistema universitario nacional cuenta con el documento Lineamientos para la incorporación de la perspectiva de género y diversidad en los sistemas de información universitarios. De esta manera, fueron incorporadas las categorías “no binarie” y “género fluido”, así como otras categorías que considere especificar la persona que se encuentre completando el formulario.
Este trabajo se realizó en su momento en conjunto con la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE-CIN), el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) y la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU).
Algunos datos a tener en cuenta en la UNA
En el año 2018, se realizó el Censo de la Universidad Nacional de las Artes a estudiantes y docentes. Los datos obtenidos fueron los siguientes: el 32% de los/as estudiantes conoce casos de discriminación en el ámbito universitario; el 34% son casos vinculados a la discriminación por orientación sexual y/o identidad de género.
Las identidades no binarias afrontan diversas exclusiones y opresiones en la sociedad por no identificarse con ninguna de las categorías del binomio heteronormativo femenino/masculino. Asimismo, además de la heterosexualidad como norma e institución que se impone y genera estas exclusiones, enfrentan violencias particulares a causa de la cisnormatividad.
Las universidades públicas tienen el deber de garantizar el derecho a la identidad de estudiantes, docentes, graduadas/os y nodocentes. La UNA se encuentra comprometida en cuanto a la creación de nuevas políticas públicas que garanticen una vida libre de violencias para todas las identidades que habiten su suelo universitario.
Datos de contacto
Secretaria de Igualdad, Derechos y Diversidad
rectorado.igualdad@una.edu.ar
La existencia no binaria es una de las más invisibilizadas de las disidencias sexuales. A continuación, compartimos algunos conceptos con el objetivo de reflexionar acerca de las sexualidades y cómo estas identidades interpelan las instituciones binarias y heteronormativas de la sociedad.
La cisnormatividad
La categoría cisexismo, nos ayuda a pensar acerca de la invisibilización de las identidades no binarias en la sociedad, así como las exclusiones que afrontan las identidades travesti y trans.
Las personas cis son aquellas cuyas identidades de género coinciden con el sexo asignado al momento del nacimiento. La norma cisexista impone como natural la alineación entre sexo y género, generando diversas exclusiones de la comunidad travesti y trans y no binaria.
La norma cisexista cala tan profundo en la sociedad que incluso al interior de la Comunidad LGBTTTQI+, las identidades no binarias, así como las personas travestis y trans atraviesan situaciones de violencia y exclusión.
La cisnormatividad otorga privilegios a las personas cis, los/as ubica en lugares de poder que conlleva a que la palabra y las experiencias de las personas no binarias, travestis y trans estén en segundo plano.
Legislaciones innovadoras
La Ley de Identidad de Género N° 26.743 (año 2012) en el artículo 2, establece que toda persona tiene derecho a “ser tratada de acuerdo con su identidad de género”, así como - artículo 1- “a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada”. Además, reconoce que todas las personas tienen derecho a un trato digno y acorde a su identidad, entendiéndose por ésta “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente”.
En el marco de esta ley, el Documento Nacional de Identidad solamente permite consignar allí el género masculino o femenino, de modo que las identidades no binarias no son reconocidas por esta legislación.
En tal sentido, el Decreto presidencial 476 del año 2021, reconoce la identidad por fuera del binomio femenino/masculino, al incorporar la nomenclatura “X” en el DNI como opción para todas las personas que no se identifican ni como varones ni como mujeres.
La UNA y la garantía de derechos
Con el objetivo de realizar una transformación interna en los sistemas universitarios que incorpore variables de identidad de género que trasciendan el binarismo femenino/masculino y se incluyan las identidades no binarias, hace aproximadamente un año el sistema universitario nacional cuenta con el documento Lineamientos para la incorporación de la perspectiva de género y diversidad en los sistemas de información universitarios. De esta manera, fueron incorporadas las categorías “no binarie” y “género fluido”, así como otras categorías que considere especificar la persona que se encuentre completando el formulario.
Este trabajo se realizó en su momento en conjunto con la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE-CIN), el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) y la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU).
Algunos datos a tener en cuenta en la UNA
En el año 2018, se realizó el Censo de la Universidad Nacional de las Artes a estudiantes y docentes. Los datos obtenidos fueron los siguientes: el 32% de los/as estudiantes conoce casos de discriminación en el ámbito universitario; el 34% son casos vinculados a la discriminación por orientación sexual y/o identidad de género.
Las identidades no binarias afrontan diversas exclusiones y opresiones en la sociedad por no identificarse con ninguna de las categorías del binomio heteronormativo femenino/masculino. Asimismo, además de la heterosexualidad como norma e institución que se impone y genera estas exclusiones, enfrentan violencias particulares a causa de la cisnormatividad.
Las universidades públicas tienen el deber de garantizar el derecho a la identidad de estudiantes, docentes, graduadas/os y nodocentes. La UNA se encuentra comprometida en cuanto a la creación de nuevas políticas públicas que garanticen una vida libre de violencias para todas las identidades que habiten su suelo universitario.
Datos de contacto
Secretaria de Igualdad, Derechos y Diversidad
rectorado.igualdad@una.edu.ar