Porque recuperamos la política como herramienta de transformación social.

Porque inició una etapa de redefinición de los problemas públicos, que implicó la recuperación de la responsabilidad del Estado Nacional en la reconstrucción del sistema educativo.

Porque nos permitió volver a soñar con una educación universitaria, inclusiva, democrática, plural y de excelencia.

Porque iniciativas como la reforma de la Ley Federal de Educación, la Ley de Financiamiento Educativo y la Ley de Educación Técnica son expresiones de un Estado que entiende a la educación como eje fundamental para el desarrollo humano y la movilidad social.

Porque inició un cambio estratégico sostenido en el tiempo, que hoy se expresa en políticas públicas como Conectar Igualdad, el Programa Raíces o el plan FiNes.

Por promover la educación, la cultura y el arte como herramientas para descubrir y transformar.

Por creer y hacer. Por siempre, gracias