La Universidad Nacional de las Artes repudia los actos de represión ocurridos en las inmediaciones del Congreso mientras el Senado daba tratamiento a la llamada Ley Bases. A su vez se suma a la preocupación de las Universidades Nacionales por la detención de estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad Nacional de Hurlingham.
La libertad de expresión y el derecho a la protesta son pilares fundamentales de la democracia, y deben ser protegidos y garantizados. La represión de manifestaciones pacíficas, contra ciudadanos que ejercen su derecho a expresarse, así como el uso desproporcionado de la fuerza por parte del Estado, son acciones que deben ser condenadas de manera contundente.
En ese sentido, las imágenes y testimonios de la brutalidad policial que han circulado son un recordatorio doloroso de que aún tenemos mucho camino por recorrer en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Cada golpe, cada detención arbitraria, cada acto de intimidación es un atentado contra la dignidad humana y los principios democráticos. La UNA espera que de manera urgente se libere a los y las detenidas y se garanticen sus derechos.
La Universidad Nacional de las Artes reafirma su compromiso con la paz, el diálogo y el respeto mutuo. La represión no debe ser la respuesta a la disidencia; la escucha y la participación son las únicas vías legítimas para resolver los conflictos y avanzar como nación.
En ese sentido, las imágenes y testimonios de la brutalidad policial que han circulado son un recordatorio doloroso de que aún tenemos mucho camino por recorrer en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Cada golpe, cada detención arbitraria, cada acto de intimidación es un atentado contra la dignidad humana y los principios democráticos. La UNA espera que de manera urgente se libere a los y las detenidas y se garanticen sus derechos.
La Universidad Nacional de las Artes reafirma su compromiso con la paz, el diálogo y el respeto mutuo. La represión no debe ser la respuesta a la disidencia; la escucha y la participación son las únicas vías legítimas para resolver los conflictos y avanzar como nación.