Medio: Clarín
Autor: Carlos A. Maslatón
En el Museo de la Cárcova –ubicado frente al Barrio Rodrigo Bueno y a metros de la fuente Las Nereidas de Lola Mora, en Costanera Sur– está ocurriendo un milagro de delicadeza: se trata de la muestra Impresiones compartidas.
El libro expuesto, la materialización en formato museológico de Impresiones Compartidas, un proyecto editorial que elige “cristalizar en libros la obra de autores y autoras, visibilizando y poniendo en valor el oficio centenario del arte de imprimir en nuestro país. No se trata sólo de una publicación sino de la compleja experiencia de habitar cada acción del proceso editorial, un colectivo de trabajo que reflexiona y da cuenta de un hacer”.
mpresiones Compartidas 1 es el primer título de la serie De colección: una edición limitada de 33 ejemplares numerados impresa artesanalmente, que contiene poemas de Mirta Rosenberg y grabados de María Inés Tapia Vera.
Cada ejemplar incluye una suite litográfica realizada por Lorena Pradal en los talleres de la Cárcova, y firmada por la artista. El libro –una iniciativa conjunta del Museo de la Cárcova y Libros UNA, la editorial de la Universidad Nacional de las Artes– fue presentado en diciembre de 2021 y ahora llegó a un espacio no tan previsible como lo es la sala de un museo, bajo la forma de una instalación que combina la letra impresa, lo audiovisual, la oralidad y la plástica.
En una de las paredes del salón destinado a las muestras temporales, los visitantes pueden acceder al libro completo, desplegado como un acordeón. Al mismo tiempo, en un loop incesante, la voz de la notable poeta Alicia Genovese gravita sobre la sala recitando los versos de Rosenberg que integran el volumen en exhibición.
“El cruce entre mis grabados y la poesía de Mirta surge a partir de una iniciativa de la Universidad Nacional del Arte (UNA) –explica la artista visual, a través de una comunicación virtual, dado que se encuentra en Madrid presentando una muestra de sus obras realizadas durante la pandemia de Covid-19–. En principio, se pensó hacer ediciones limitadas de libros numerados, y habían ideado hacer un libro con dibujos míos. Pero en el interín, en 2019, falleció Mirta, que también fue docente de la UNA, y la propuesta decantó en hacer un trabajo conjunto de sus poesías y mis grabados”.
En el centro de la sala, dos exhibidores de cristal muestran seis versiones del volumen intervenidos por la labor de seis encuadernadores destacados: Sofía Mendizábal, Kathy Abbott Sol Rébora, Andrea Rodríguez, María Steibel, Eduardo Tarrico. Cada uno de ellos le imprime su estilo y vuelve a cada ejemplar una pieza única. Hay, además, una pantalla LCD en la que se exponen aspectos del proceso de armado y encuadernación del libro y, acompañando esas imágenes, se impone la voz de la lectura de Genovese.
“No tenía relación ninguna con la poesía de Rosenberg antes de que surgiera esta propuesta, y la conocí a través de este enlace que hizo la universidad, y me sedujo la idea porque era un homenaje a una artista importante que además había sido docente en la UNA”, detalla Tapia Vera. Rosenberg fue profesora titular del Taller de Poesía II de la Licenciatura en Artes de la Escritura.
Cinco poemas desplegados en páginas acompañadas por el trazo virtuoso de una grabadora de excelencia, discípula y ayudante de la célebre artista plástica Aída Carballo y profesora en las cátedras de Dibujo y Grabado en la UNA.
“Entre los textos, que fueron seleccionados por la gran poeta Tamara Kamenszain, habían algunos que se vinculan de manera más directa al núcleo de mi obra, que tiene que ver con el universo femenino. Son los poemas que Mirta dedica a su madre, al mundo íntimo de la mujer, y esos tópicos eran muy cercanos a mis trabajos y por eso la conexión fue inmediata”, grafica la pintora.
Los cinco poemas de Rosenberg –Una carta convertida en cosa, Una elegía, Domingo 21, La Consecuencia y Utilidad de la poesía a las tres de la mañana– son un módico ejemplo de la obra de una de las autoras más destacadas de la poética nacional del siglo XX, traductora y artífice de la editorial Bajo la luna.
Algunos de los imborrables versos expuestos pueden ser citados aquí: “Cada vez, amiga, soporto menos/ las emociones y sé que a veces tengo una expresión/capaz de entristecer el mediodía./ Con razón creo recordar otros días/ cuya única sombra era/ la que proyectaban los árboles ” o “El ahora está vacío./ Si no viene la poesía no habrá nada./ El miedo vendrá”.
Además de los cuatro grabados que integran el libro –exhibidos en impresiones sobre telas en formato de gigantografía–, la exposición incluye también otras dieciséis litografías en papel de Tapia Vera, que integran la serie De los días y que configuran una inmersión adicional en el universo de sus creaciones, focalizadas en la figura humana ubicada en ámbitos urbanos o en el contexto de la intimidad personal.
Impulsada bajo la coordinación de Marina Malfé, Patricio Gatti y Dardo Fabián Flores, la muestra El libro expuesto funciona como una refinada travesía que explicita que la elaboración de cualquier libro es un encuentro multidisciplinario en el que convergen escritores, ilustradores, diseñadores y encuadernadores. Se trata, entonces, de una magia compartida que en ocasiones queda eclipsada por la supremacía de prestigio social del concepto de autor.
Gatti, que es docente en la Maestría en Tipografía de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y tuvo a su cargo –junto a Lorena Pradal– la edición de Impresiones Compartidas 1, recorre la exposición y explica que “muchos de estos encuadernadores usaron la técnica de la escartivana, que es una técnica conservacionista para separar el lomo de la encuadernación del lomo del libro, que es por donde entran generalmente los vectores, los bichos, entonces esa separación lo protege”.
Y agrega: “La encuadernación es una de las piezas de preservación que tienen los libros que son, en esencia, dispositivos de memoria”. La edición consistió en una impresión artesanal sobre papel verjurado, hecho a mano en el histórico molino italiano Magnani.
También es posible “asistir” a la muestra a través de una travesía virtual.
Pero esto es sólo el comienzo: ya está en marcha el armado de la segunda entrega de la serie De Colección, que será el volumen en donde se encuentren las obras del artista plástico Guillermo Kuitca y los poemas del poeta Arturo Carrera.
“Todavía no sabemos si habrá también una exposición para Impresiones Compartidas 2”, aclara la coordinadora editorial Malfé, pero un destello de entusiasmo en su mirada despeja la duda y confirma, sin necesidad de formular ninguna promesa, que la muestra se hará.
Ficha
Impresiones compartidas. El libro expuesto
Dónde: Museo de la Cárcova, Av. España 1701.
Cuándo: de martes a domingos, de 11 a 18. Lunes y feriados, cerrado. Hasta el 3 de septiembre.
Entrada: gratuita.
*Esta información también fue publicada por Diario La República (ver)
Link a la nota completa: https://www.clarin.com/cultura/-impresiones-compartidas-muestra-libro-ponen-valor-arte-imprimir_0_xZIZfpoq5L.html
Autor: Carlos A. Maslatón
En el Museo de la Cárcova –ubicado frente al Barrio Rodrigo Bueno y a metros de la fuente Las Nereidas de Lola Mora, en Costanera Sur– está ocurriendo un milagro de delicadeza: se trata de la muestra Impresiones compartidas.
El libro expuesto, la materialización en formato museológico de Impresiones Compartidas, un proyecto editorial que elige “cristalizar en libros la obra de autores y autoras, visibilizando y poniendo en valor el oficio centenario del arte de imprimir en nuestro país. No se trata sólo de una publicación sino de la compleja experiencia de habitar cada acción del proceso editorial, un colectivo de trabajo que reflexiona y da cuenta de un hacer”.
mpresiones Compartidas 1 es el primer título de la serie De colección: una edición limitada de 33 ejemplares numerados impresa artesanalmente, que contiene poemas de Mirta Rosenberg y grabados de María Inés Tapia Vera.
Cada ejemplar incluye una suite litográfica realizada por Lorena Pradal en los talleres de la Cárcova, y firmada por la artista. El libro –una iniciativa conjunta del Museo de la Cárcova y Libros UNA, la editorial de la Universidad Nacional de las Artes– fue presentado en diciembre de 2021 y ahora llegó a un espacio no tan previsible como lo es la sala de un museo, bajo la forma de una instalación que combina la letra impresa, lo audiovisual, la oralidad y la plástica.
En una de las paredes del salón destinado a las muestras temporales, los visitantes pueden acceder al libro completo, desplegado como un acordeón. Al mismo tiempo, en un loop incesante, la voz de la notable poeta Alicia Genovese gravita sobre la sala recitando los versos de Rosenberg que integran el volumen en exhibición.
“El cruce entre mis grabados y la poesía de Mirta surge a partir de una iniciativa de la Universidad Nacional del Arte (UNA) –explica la artista visual, a través de una comunicación virtual, dado que se encuentra en Madrid presentando una muestra de sus obras realizadas durante la pandemia de Covid-19–. En principio, se pensó hacer ediciones limitadas de libros numerados, y habían ideado hacer un libro con dibujos míos. Pero en el interín, en 2019, falleció Mirta, que también fue docente de la UNA, y la propuesta decantó en hacer un trabajo conjunto de sus poesías y mis grabados”.
En el centro de la sala, dos exhibidores de cristal muestran seis versiones del volumen intervenidos por la labor de seis encuadernadores destacados: Sofía Mendizábal, Kathy Abbott Sol Rébora, Andrea Rodríguez, María Steibel, Eduardo Tarrico. Cada uno de ellos le imprime su estilo y vuelve a cada ejemplar una pieza única. Hay, además, una pantalla LCD en la que se exponen aspectos del proceso de armado y encuadernación del libro y, acompañando esas imágenes, se impone la voz de la lectura de Genovese.
“No tenía relación ninguna con la poesía de Rosenberg antes de que surgiera esta propuesta, y la conocí a través de este enlace que hizo la universidad, y me sedujo la idea porque era un homenaje a una artista importante que además había sido docente en la UNA”, detalla Tapia Vera. Rosenberg fue profesora titular del Taller de Poesía II de la Licenciatura en Artes de la Escritura.
Cinco poemas desplegados en páginas acompañadas por el trazo virtuoso de una grabadora de excelencia, discípula y ayudante de la célebre artista plástica Aída Carballo y profesora en las cátedras de Dibujo y Grabado en la UNA.
“Entre los textos, que fueron seleccionados por la gran poeta Tamara Kamenszain, habían algunos que se vinculan de manera más directa al núcleo de mi obra, que tiene que ver con el universo femenino. Son los poemas que Mirta dedica a su madre, al mundo íntimo de la mujer, y esos tópicos eran muy cercanos a mis trabajos y por eso la conexión fue inmediata”, grafica la pintora.
Los cinco poemas de Rosenberg –Una carta convertida en cosa, Una elegía, Domingo 21, La Consecuencia y Utilidad de la poesía a las tres de la mañana– son un módico ejemplo de la obra de una de las autoras más destacadas de la poética nacional del siglo XX, traductora y artífice de la editorial Bajo la luna.
Algunos de los imborrables versos expuestos pueden ser citados aquí: “Cada vez, amiga, soporto menos/ las emociones y sé que a veces tengo una expresión/capaz de entristecer el mediodía./ Con razón creo recordar otros días/ cuya única sombra era/ la que proyectaban los árboles ” o “El ahora está vacío./ Si no viene la poesía no habrá nada./ El miedo vendrá”.
Además de los cuatro grabados que integran el libro –exhibidos en impresiones sobre telas en formato de gigantografía–, la exposición incluye también otras dieciséis litografías en papel de Tapia Vera, que integran la serie De los días y que configuran una inmersión adicional en el universo de sus creaciones, focalizadas en la figura humana ubicada en ámbitos urbanos o en el contexto de la intimidad personal.
Impulsada bajo la coordinación de Marina Malfé, Patricio Gatti y Dardo Fabián Flores, la muestra El libro expuesto funciona como una refinada travesía que explicita que la elaboración de cualquier libro es un encuentro multidisciplinario en el que convergen escritores, ilustradores, diseñadores y encuadernadores. Se trata, entonces, de una magia compartida que en ocasiones queda eclipsada por la supremacía de prestigio social del concepto de autor.
Gatti, que es docente en la Maestría en Tipografía de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y tuvo a su cargo –junto a Lorena Pradal– la edición de Impresiones Compartidas 1, recorre la exposición y explica que “muchos de estos encuadernadores usaron la técnica de la escartivana, que es una técnica conservacionista para separar el lomo de la encuadernación del lomo del libro, que es por donde entran generalmente los vectores, los bichos, entonces esa separación lo protege”.
Y agrega: “La encuadernación es una de las piezas de preservación que tienen los libros que son, en esencia, dispositivos de memoria”. La edición consistió en una impresión artesanal sobre papel verjurado, hecho a mano en el histórico molino italiano Magnani.
También es posible “asistir” a la muestra a través de una travesía virtual.
Pero esto es sólo el comienzo: ya está en marcha el armado de la segunda entrega de la serie De Colección, que será el volumen en donde se encuentren las obras del artista plástico Guillermo Kuitca y los poemas del poeta Arturo Carrera.
“Todavía no sabemos si habrá también una exposición para Impresiones Compartidas 2”, aclara la coordinadora editorial Malfé, pero un destello de entusiasmo en su mirada despeja la duda y confirma, sin necesidad de formular ninguna promesa, que la muestra se hará.
Ficha
Impresiones compartidas. El libro expuesto
Dónde: Museo de la Cárcova, Av. España 1701.
Cuándo: de martes a domingos, de 11 a 18. Lunes y feriados, cerrado. Hasta el 3 de septiembre.
Entrada: gratuita.
*Esta información también fue publicada por Diario La República (ver)
Link a la nota completa: https://www.clarin.com/cultura/-impresiones-compartidas-muestra-libro-ponen-valor-arte-imprimir_0_xZIZfpoq5L.html