A 200 años de su fallecimiento, la UNA conmemora a Manuel Belgrano, uno de los protagonistas de la historia argentina, creador de la bandera, pero sobre todo impulsor de la educación pública, de la educación para las mujeres y defensor de la industria y el desarrollo nacional.
El 20 de junio de 1820 falleció Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, más conocido como Manuel Belgrano. Sus ideas de avanzada sobre la educación popular, la educación para las mujeres y sobre la economía conservan su vigencia hasta la actualidad. A través del Decreto 2/2020 el Gobierno Nacional declaró este año como el “Año del General Manuel Belgrano” resaltando su destacada actuación pública en el proceso que condujo a la independencia de nuestro país, en el marco de las luchas por la emancipación sudamericana.
Aunque se lo conoce principalmente por ser el creador de la bandera, ingeniero del “éxodo jujeño” y comandante del Ejército del Norte, cabe recordar que Belgrano redactó en 1798 lo que se podría considerar el primer proyecto de educación estatal, gratuita y obligatoria en el que proponía que los cabildos creasen y financiaran escuelas parroquiales y de campaña. Además, pensaba que la única solución para la desigualdad residía en la educación para todos los sectores de la sociedad. En 1813 le comunica a la Asamblea Constituyente, que donará el dinero recibido por las victorias en las batallas de Salta y Tucumán para la construcción de escuelas.
De esta manera, es central en su pensamiento el rol de la educación vinculado al mundo del trabajo, como medio de inclusión social. Así, fomentó, para el desarrollo de la industria local, la formación en las artes y oficios. Entendía el desarrollo económico guiado por la promoción de la industria manufacturera, como uno de los caminos hacia la soberanía.
En el caso de las mujeres, aunque en la actualidad su mirada puede resultar conservadora, en el momento en el que las divulgó, cuestionaban el orden de la época. De esta manera, promovió la creación de escuelas gratuitas para las niñas, el acceso de las mujeres a las escuelas de oficios y la creación de puestos de trabajo para ellas.
A 200 años de su fallecimiento, las ideas de Belgrano cobran fuerza por haber trazado el camino hacia las conquistas de derechos fundamentales como la de una educación pública para los y las habitantes del territorio nacional; fue uno de los precursores que desnaturalizó la postergación de las mujeres, promoviendo su educación y su inserción laboral, y pensó un modelo con protección de las manufacturas locales, con promoción del desarrollo de la industria y fomento del mercado interno para llegar a un modelo económico más equitativo.
En el presente, muchas de las cosas que Belgrano planteó aún no fueron resueltas, por eso resulta indispensable tomar sus ideas, su mirada política, social y de desarrollo del país para pensar en un futuro más justo. Este 20 de junio, a 200 años de su muerte, la UNA rinde homenaje y recuerda con orgullo a uno de los fundadores de la Patria, al economista político, al que tuvo un pensamiento integral para el futuro de todas y todos.
(fotografía: Lucía Prieto)
Aunque se lo conoce principalmente por ser el creador de la bandera, ingeniero del “éxodo jujeño” y comandante del Ejército del Norte, cabe recordar que Belgrano redactó en 1798 lo que se podría considerar el primer proyecto de educación estatal, gratuita y obligatoria en el que proponía que los cabildos creasen y financiaran escuelas parroquiales y de campaña. Además, pensaba que la única solución para la desigualdad residía en la educación para todos los sectores de la sociedad. En 1813 le comunica a la Asamblea Constituyente, que donará el dinero recibido por las victorias en las batallas de Salta y Tucumán para la construcción de escuelas.
De esta manera, es central en su pensamiento el rol de la educación vinculado al mundo del trabajo, como medio de inclusión social. Así, fomentó, para el desarrollo de la industria local, la formación en las artes y oficios. Entendía el desarrollo económico guiado por la promoción de la industria manufacturera, como uno de los caminos hacia la soberanía.
En el caso de las mujeres, aunque en la actualidad su mirada puede resultar conservadora, en el momento en el que las divulgó, cuestionaban el orden de la época. De esta manera, promovió la creación de escuelas gratuitas para las niñas, el acceso de las mujeres a las escuelas de oficios y la creación de puestos de trabajo para ellas.
A 200 años de su fallecimiento, las ideas de Belgrano cobran fuerza por haber trazado el camino hacia las conquistas de derechos fundamentales como la de una educación pública para los y las habitantes del territorio nacional; fue uno de los precursores que desnaturalizó la postergación de las mujeres, promoviendo su educación y su inserción laboral, y pensó un modelo con protección de las manufacturas locales, con promoción del desarrollo de la industria y fomento del mercado interno para llegar a un modelo económico más equitativo.
En el presente, muchas de las cosas que Belgrano planteó aún no fueron resueltas, por eso resulta indispensable tomar sus ideas, su mirada política, social y de desarrollo del país para pensar en un futuro más justo. Este 20 de junio, a 200 años de su muerte, la UNA rinde homenaje y recuerda con orgullo a uno de los fundadores de la Patria, al economista político, al que tuvo un pensamiento integral para el futuro de todas y todos.
(fotografía: Lucía Prieto)