Desde 1966, cada 21 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, con el objetivo de fomentar medidas y políticas que conlleven a la eliminación de todas las formas de discriminación. La edición 2022 del Día Internacional se titula “Voces por la acción contra el racismo”, un tema que resalta la importancia de fortalecer la participación y representación pública libre y segura en todas las áreas de toma de decisiones para prevenir y combatir la discriminación racial.
El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra el 21 de marzo de cada año en conmemoración de la Masacre de Sharpeville. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra la ley de pases del apartheid que se practicaba en Sudáfrica. Al proclamar este día en 1966, la Asamblea General de las Naciones Unidas instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial (resolución 2142).
La discriminación, la xenofobia y el racismo son problemáticas centrales en la gran mayoría de los países, incluídos la Argentina. El Mapa de la Discriminación elaborado por el INADI indica que la principal causa de discriminación en nuestro país está relacionada con el racismo y la pobreza.
Según la investigación realizada en 2013 por la Universidad Nacional de Córdoba en relación a esta temática, una de cada tres personas se ha sentido discriminada alguna vez. Las personas de menor edad fueron las que mencionaron en mayor porcentaje que fueron discriminadas. Asimismo, el 34% de las personas encuestadas se ha sentido discriminada por su situación económica, siguiéndoles en relevancia los tipos de discriminación por aspecto físico y por forma de pensar. Por último, las personas percibidas como indígenas, con discapacidades u orientaciones sexuales disidentes han sido quienes más han señalado haber sufrido discriminación y violencias hacia sus identidades.
Sin dudas, los mitos fundacionales y la consolidación de un supuesto ser nacional son las bases sobre las que se sostienen los procesos de otrerización. A diferencia de otros países de la región, que han reconocido siempre cierto grado de diversidad interna, la Argentina se ha pensado tradicionalmente como un país homogéneo. Esta homogeneidad imaginada, si bien es compartida con otro grupo de naciones latinoamericanas, a diferencia de aquellas que remitieron a lo "mestizo", su centro ha sido siempre el componente migratorio europeo de su población: se ha pensado como una nación "blanca", solo con algunos componentes africanos o indígenas diluidos o bien poco significativos, progresivamente invisibilizados y/o reducidos. Esta alteridad fundamental, entre sujetos de ascendencia europea y quienes no lo son, coincide con el color de la piel, pero también refiere a rasgos morales, culturales, conductuales, biológico-funcionales y de género.
Frente a esta problemática la Universidad Nacional de las Artes se compromete a garantizar el respeto por las diversidades, el desarrollo de la interculturalidad, la inclusión de diferentes perspectivas en sus currículas y políticas instituciones y la erradicación de todo tipo de violencias, discriminación y racismo.
Datos de contacto
Secretaría de Igualdad, Derechos y Diversidad UNA
rectorado.igualdad@una.edu.ar
La discriminación, la xenofobia y el racismo son problemáticas centrales en la gran mayoría de los países, incluídos la Argentina. El Mapa de la Discriminación elaborado por el INADI indica que la principal causa de discriminación en nuestro país está relacionada con el racismo y la pobreza.
Según la investigación realizada en 2013 por la Universidad Nacional de Córdoba en relación a esta temática, una de cada tres personas se ha sentido discriminada alguna vez. Las personas de menor edad fueron las que mencionaron en mayor porcentaje que fueron discriminadas. Asimismo, el 34% de las personas encuestadas se ha sentido discriminada por su situación económica, siguiéndoles en relevancia los tipos de discriminación por aspecto físico y por forma de pensar. Por último, las personas percibidas como indígenas, con discapacidades u orientaciones sexuales disidentes han sido quienes más han señalado haber sufrido discriminación y violencias hacia sus identidades.
Sin dudas, los mitos fundacionales y la consolidación de un supuesto ser nacional son las bases sobre las que se sostienen los procesos de otrerización. A diferencia de otros países de la región, que han reconocido siempre cierto grado de diversidad interna, la Argentina se ha pensado tradicionalmente como un país homogéneo. Esta homogeneidad imaginada, si bien es compartida con otro grupo de naciones latinoamericanas, a diferencia de aquellas que remitieron a lo "mestizo", su centro ha sido siempre el componente migratorio europeo de su población: se ha pensado como una nación "blanca", solo con algunos componentes africanos o indígenas diluidos o bien poco significativos, progresivamente invisibilizados y/o reducidos. Esta alteridad fundamental, entre sujetos de ascendencia europea y quienes no lo son, coincide con el color de la piel, pero también refiere a rasgos morales, culturales, conductuales, biológico-funcionales y de género.
Frente a esta problemática la Universidad Nacional de las Artes se compromete a garantizar el respeto por las diversidades, el desarrollo de la interculturalidad, la inclusión de diferentes perspectivas en sus currículas y políticas instituciones y la erradicación de todo tipo de violencias, discriminación y racismo.
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