Tras años de lucha por parte del movimiento estudiantil, en su última sesión del año la Legislatura porteña aprobó el boleto educativo para el nivel superior. La UNA continúa acompañando el reclamo por un boleto sin restricciones que alcance a la totalidad de lxs y trabajadorxs de las instituciones de educación superior.
El movimiento de estudiantes logró una conquista histórica con la extensión del boleto educativo al nivel superior, tanto universitario como terciario en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La medida alcanza ahora a todos los niveles educativos, extendiéndose a formación profesional, educación superior y educación especial, en instituciones públicas o privadas con subsidio estatal del 100%. Sin embargo, aún quedan excluidos las y los estudiantes que no residen en CABA, así como docentes y nodocentes. Además, habrá un tope según los ingresos de cada grupo familiar.
La lucha de la comunidad educativa por el boleto estudiantil, se remonta al año 1975 en la ciudad de La Plata, donde estudiantes secundarios reclamaron y obtuvieron el boleto y cuya lucha derivó en el secuestro, desaparición y muerte de un grupo de jóvenes militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios durante “La Noche de los Lápices” en septiembre de 1976. Casi cinco décadas después ese reclamo aún continúa vigente, y hoy adquiere mayor preponderancia en el marco de la grave situación salarial y presupuestaria que sufre el sistema educativo nacional.
La Universidad Nacional de las Artes, en varias instancias, acompañó la lucha por el boleto universitario. En marzo pasado, representada por su vicerrectora Diana Piazza, participó de un encuentro en la Legislatura porteña, en el que se presentó un proyecto de ley sobre la ampliación del boleto estudiantil. Allí expuso acerca de la situación de la población de esta universidad.
Asimismo, en julio de este año, el Consejo Superior, aprobó una resolución (Nº 0099/2024) por la cual se considera “de interés institucional la implementación de un boleto educativo para estudiantes y trabajadores/as de la Universidad Nacional de las Artes y se insta a las autoridades competentes de los poderes legislativos y ejecutivos del Estado nacional, de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires a incluir a estudiantes y trabajadores/as de la UNA en los regímenes especiales de boleto que cada jurisdicción tenga”.
Comprometida con la lucha de las y los estudiantes, la UNA considera necesario seguir trabajando para que esta conquista llegue a todas y todos los que lo necesitan, para poder garantizar el acceso irrestricto a la educación.
En ese sentido, la comunidad de la Universidad Nacional de las Artes, según el censo 2022, está constituida por estudiantes que viven tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el conurbano, quienes en su mayoría utilizan transporte público. Además, aproximadamente un 40% de la población estudiantil debe costear un alquiler y depende de algún tipo de beca para poder continuar con sus estudios y, alrededor de un 30% de la población estudiantil de la UNA es sostén principal de su hogar.
Ante esta realidad, resulta fundamental seguir acompañando este reclamo, para lograr que sea realmente inclusivo y universal para que todas y todos obtengan cobertura y puedan garantizar su derecho a la educación.
La lucha de la comunidad educativa por el boleto estudiantil, se remonta al año 1975 en la ciudad de La Plata, donde estudiantes secundarios reclamaron y obtuvieron el boleto y cuya lucha derivó en el secuestro, desaparición y muerte de un grupo de jóvenes militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios durante “La Noche de los Lápices” en septiembre de 1976. Casi cinco décadas después ese reclamo aún continúa vigente, y hoy adquiere mayor preponderancia en el marco de la grave situación salarial y presupuestaria que sufre el sistema educativo nacional.
La Universidad Nacional de las Artes, en varias instancias, acompañó la lucha por el boleto universitario. En marzo pasado, representada por su vicerrectora Diana Piazza, participó de un encuentro en la Legislatura porteña, en el que se presentó un proyecto de ley sobre la ampliación del boleto estudiantil. Allí expuso acerca de la situación de la población de esta universidad.
Asimismo, en julio de este año, el Consejo Superior, aprobó una resolución (Nº 0099/2024) por la cual se considera “de interés institucional la implementación de un boleto educativo para estudiantes y trabajadores/as de la Universidad Nacional de las Artes y se insta a las autoridades competentes de los poderes legislativos y ejecutivos del Estado nacional, de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires a incluir a estudiantes y trabajadores/as de la UNA en los regímenes especiales de boleto que cada jurisdicción tenga”.
Comprometida con la lucha de las y los estudiantes, la UNA considera necesario seguir trabajando para que esta conquista llegue a todas y todos los que lo necesitan, para poder garantizar el acceso irrestricto a la educación.
En ese sentido, la comunidad de la Universidad Nacional de las Artes, según el censo 2022, está constituida por estudiantes que viven tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el conurbano, quienes en su mayoría utilizan transporte público. Además, aproximadamente un 40% de la población estudiantil debe costear un alquiler y depende de algún tipo de beca para poder continuar con sus estudios y, alrededor de un 30% de la población estudiantil de la UNA es sostén principal de su hogar.
Ante esta realidad, resulta fundamental seguir acompañando este reclamo, para lograr que sea realmente inclusivo y universal para que todas y todos obtengan cobertura y puedan garantizar su derecho a la educación.