Transcurre el segundo día de FAUNA 2019 y la sensación principal es de abundancia: “Hay mucho para ver”, “Me entusiasma la variedad de lenguajes”, “Salgo de una obra, entro en otra y todas me gustan”. El Cultural San Martín está copado, todos sus espacios ofrecen algo de la programación.
En la plaza cubierta, las lecturas al atardecer de dramaturgia breve cuentan con un anillo ancho de público atento. Escuchan en silencio mientras cae el sol. En paralelo obras audiovisuales, así como de danza, teatro y performances transcurren en varios espacios del Cultural San Martín a sala llena.
Las áreas audiovisuales colmaron las salas del subsuelo con aplausos. Las estudiantes celebran el FAUNA porque consideran que es una instancia que habilita una “sinergia” entre disciplinas. “Mostrar nuestro trabajo es un proceso único. En general el resultado del esfuerzo académico termina en un archivo y para nosotros culmina con la posibilidad de mostrar lo que hacemos.” A la vez, consideran que funciona legitimando a las obras.
A la salida de la sala, una decena de amigos, compañeros de cursada y familiares esperan a los bailarines para felicitarlos. Para ellos el FAUNA es una oportunidad para intercambiar, conocer nuevos lenguajes, compartir experiencias y conocimientos. “Mi búsqueda es aprovechar este espacio para profesionalizarme. Siento que me acerco a un nivel muy alto cuando entro en este contexto por la calidad de la oferta general. Hay que estar a la altura”.
En el hall de la sala AB transcurre una performance con seis integrantes. Algunos/as espectadores/as la tenían agendada, otros/as se quedan por curiosidad. “En el imaginario colectivo el arte no es un trabajo y en realidad lo es. Es parte de la cultura y es fundamental para la sociedad”, dice la directora de la performance y sobre la posibilidad de mostrar lo propio, agrega “ sentí unos nervios que no conocía por mostrar lo que hago a gente que no conozco y a futures colegas”.
Los/as esperamos el último día del evento del año.
Sigue el FAUNA, hay arte para rato.
fauna.una.edu.ar
Las áreas audiovisuales colmaron las salas del subsuelo con aplausos. Las estudiantes celebran el FAUNA porque consideran que es una instancia que habilita una “sinergia” entre disciplinas. “Mostrar nuestro trabajo es un proceso único. En general el resultado del esfuerzo académico termina en un archivo y para nosotros culmina con la posibilidad de mostrar lo que hacemos.” A la vez, consideran que funciona legitimando a las obras.
“Mostrar nuestro trabajo es un proceso único. En general el resultado del esfuerzo académico termina en un archivo y para nosotros culmina con la posibilidad de mostrar lo que hacemos.”
A la salida de la sala, una decena de amigos, compañeros de cursada y familiares esperan a los bailarines para felicitarlos. Para ellos el FAUNA es una oportunidad para intercambiar, conocer nuevos lenguajes, compartir experiencias y conocimientos. “Mi búsqueda es aprovechar este espacio para profesionalizarme. Siento que me acerco a un nivel muy alto cuando entro en este contexto por la calidad de la oferta general. Hay que estar a la altura”.
“Mi búsqueda es aprovechar este espacio para profesionalizarme. Siento que me acerco a un nivel muy alto cuando entro en este contexto por la calidad de la oferta general. Hay que estar a la altura”.
En el hall de la sala AB transcurre una performance con seis integrantes. Algunos/as espectadores/as la tenían agendada, otros/as se quedan por curiosidad. “En el imaginario colectivo el arte no es un trabajo y en realidad lo es. Es parte de la cultura y es fundamental para la sociedad”, dice la directora de la performance y sobre la posibilidad de mostrar lo propio, agrega “ sentí unos nervios que no conocía por mostrar lo que hago a gente que no conozco y a futures colegas”.
“En el imaginario colectivo el arte no es un trabajo y en realidad lo es. Es parte de la cultura y es fundamental para la sociedad”
Los/as esperamos el último día del evento del año.
Sigue el FAUNA, hay arte para rato.
fauna.una.edu.ar
