De la presentación participaron la rectora de la UNA, Sandra Torlucci; el decano del ATFD, Damián del Valle; la ministra de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, Daniela Vilar; la decana de la Facultad de Agronomía de la UBA, Adriana Rodríguez; y la presidenta de la Cooperativa Cartonera del Sur, Graciela Ibarra. Valentina Balsari, coordinadora de Buen Vivir, explicó las características y objetivos del programa y moderó el panel de presentación.

El programa, que depende de la Secretaría General de la Universidad y se implementará en primera instancia en la sede de Formación Docente, comenzó a gestarse a mediados de este año. Plantea la puesta en marcha de iniciativas que fortalezcan el compromiso de la institución con un modelo de sociedad consciente de su entorno. Además, propone la realización de acciones concretas que contribuyan a reducir los impactos en el ambiente y favorezcan la vinculación con los actores sociales involucrados.



“El concepto de Buen vivir proviene de una cosmovisión ancestral de los pueblos originarios que propone una armonía entre la sociedad, el ambiente y las personas entre sí”, explicó Balsari antes de cederle la palabra a Del Valle, quien agradeció que la sede de Formación Docente sea el primer espacio en donde se pone en marcha en programa.

“Desde que asumimos la gestión estuvo en la agenda hacernos cargo de lo que plantea la Ley de Educación Ambiental Integral”, dijo el decano y agregó: “Esta es una buena oportunidad de trabajar en las cátedras la transversalización de contenidos. También nos permite articular con la comunidad, como haremos con la Cooperativa Cartonera del Sur”.

Por otra parte, anticipó que la unidad académica que dirige acompañará con distintas actividades y proyectos. “Vamos a realizar talleres para las infancias y tenemos la idea de desarrollar una diplomatura para la formación de formadores sobre arte y gestión ambiental”, anticipó.



Luego, Graciela Ibarra contó que la cooperativa que representa será la encargada de gestionar el reciclaje de los residuos que se generen en la sede de la calle Bolívar. “Creamos la cooperativa hace 11 años, con mucho esfuerzo. Conseguimos que nos dieran un lugar de acopio, y hoy tenemos 30 compañeros en la calle, donde se hace la selección de origen de los materiales”, relató.

A su turno, Adriana Rodríguez remarcó: “En este contexto donde las mismas autoridades nacionales niegan el cambio climático, que una universidad esté planteando un programa como este es un acto revolucionario”.

En ese sentido, Vilar afirmó que “la cuestión ambiental es parte fundamental de la discusión de un modelo. No se escinde de la discusión social, cultural y económica, sobre todo en un momento donde el Gobierno nacional es negacionista de la crisis climática”. Asimismo, añadió: “Necesitamos estos programas porque generan laburo, porque hay que profundizar la economía circular y para construir un sentido común contrahegemónico para así edificar una sociedad con un entramado social robusto”.

Finalmente, Torlucci resaltó la necesidad fundamental de que “la Universidad se relacione con el territorio”. “La Universidad tiene que aprender de los actores sociales y la Cooperativa Cartonera del Sur nos está enseñando mucho”, expresó. Para terminar, hizo hincapié en el rol que las artes y la cultura pueden desempeñar en la concientización sobre el cuidado del ambiente. “Las artes y la cultura generan una unión muy fuerte, buscamos afectar a través de la imagen, la percepción y crear nuevos efectos”, concluyó.



El programa Buen vivir está conformado por cuatro subprogramas: la gestión de residuos sólidos y urbanos, la gestión de residuos especiales, la eficiencia energética y la formación ambiental.

A partir de este momento, se pone en marcha en Formación Docente el subprograma de separación de residuos reciclables. En las próximas etapas se implementarán los siguientes ejes temáticos y se avanzará paulatinamente con la totalidad de las sedes de la Universidad.