A 56 años de la revuelta de Stonewall, la Secretaría de Igualdad, Derechos y Diversidad (UNA) conversó con Feda Baeza y Alu Godoy Ferreira para conocer experiencias y perspectivas LGBTIQ+ desde y hacia la universidad.
El 28 de junio de 1969 se desencadenó un punto de inflexión en la historia del movimiento LGBTIQ: la revuelta de Stonewall, un bar de Nueva York (Estados Unidos). Allí, personas gays, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersex y queer se defendieron de la represión policial que estaba aconteciendo dentro del espacio. En un contexto que avalaba legalmente la discriminación hacia personas LGBTIQ+ (prohibiendo vestir con prendas del “género opuesto” y las expresiones consideradas homosexuales), la organización espontánea de la comunidad para defenderse es considerada un hito dentro de las luchas del movimiento a lo largo del mundo.
En nuestro país se organizaron diversas expresiones políticas de la comunidad LGBTIQ+ desde los años 70. Entre ellas, se encuentran el Frente de Liberación Homosexual (FLH), que bajo su manifiesto político “Sexo y Revolución”, tuvo a Néstor Perlongher y Manuel Puig como dos de sus principales referentes. Por otro lado, con la vuelta de democracia, los activistas Carlos Jauregui y César Cigliutti formaron la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) en 1984, bajo el desafiante objetivo de luchar contra la represión y los edictos policiales heredados de la dictadura militar.
Una de las demandas del colectivo LGBTIQ+, refiere a la sanción de políticas públicas que protejan los derechos humanos de la diversidad/disidencia sexual. A partir de la década del 2010, y en especial gracias a la genealogía de lucha y organización del colectivo, se crearon diversas legislaciones de gran importancia tales como la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. No obstante, en la actualidad existen graves retrocesos en materia de derechos conquistados para y por la comunidad LGBTIQ+. Por ejemplo, este año el gobierno argentino decidió a nivel institucional retirarse de la OMS (organización que dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad en 1990) y eliminar diversos organismos y políticas públicas abocadas a la protección de los derechos de la mencionada población.
Según relata Alu Godoy Ferreira1, “La coyuntura social y política actual afecta mucho a nuestra comunidad. Por un lado en lo económico, sin duda, porque eso es algo también que está afectando a toda Argentina. Por otro lado tiene que ver con la salud mental. Hay muchos recortes en salud de la cual nuestra comunidad no tiene mucho acceso y es muy difícil poder mantener algo como una carrera universitaria si no tenés las hormonas necesarias, si vas a atenderte a un hospital y no tienen perspectiva de género”.
Alu Godoy
Las universidades públicas tienen un rol de suma relevancia en la creación y aplicación efectiva de políticas públicas que protejan los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en todos los claustros. La creación de la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE), que forma parte del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), se propuso colaborar en el diseño y desarrollo de políticas que contribuyan a erradicar las violencias y desigualdades por motivos de género del sistema universitario. En este sentido, la UNA participa activamente dentro de la mencionada Red desde sus inicios.
Feda Baeza2 considera que la universidad “es un espacio de creación de ciudadanía, es decir, la presencia de nuestros cuerpos, de comunidades disidentes, en las aulas sienta un lugar de representación, nos incluye, nos hace parte de una comunidad en términos generales”. Por su parte, Alu hace énfasis en la necesidad de que “se escuchen nuestras voces” y remarca la potencia del cruce entre el campo de las artes y las perspectivas LGBTIQ+ en la universidad, ya que habilitan “poder ver las cosas desde otro punto de vista con otros saberes, recorridos, otras vivencias, otras comunidades que al no haber sido las hegemónicas y ser poco escuchadas hace que parezca nuevo, fresco, diferente”.
Feda Baeza
En esta línea, continuando con la lucha que protagonizaron distintas personas de la comunidad LGBTIQ+, la UNA asume el compromiso constante de fomentar espacios que alojen al colectivo, con políticas dirigidas a toda la comunidad universitaria. Entre los recursos existentes en la actualidad, se encuentran:
- Protocolo para la atención de la violencia de género, el acoso sexual y la discriminación basada en razones de género u orientación sexual
- Consejería en Promoción de Derechos en Salud y Género
- Formulario de cambio registral acorde a la Ley de Identidad de Género
- Guía para el Acompañamiento de la Comunidad Universitaria Trans, Travesti y No Binarie
- Capacitaciones en género y diversidad “Ley Micaela”
- Guía de uso de lenguaje inclusivo
Al consultarle por los desafíos en la implementación de las estrategias o instrumentos existentes en la UNA, Feda comparte que “Hay muchos acompañamientos que son necesarios. Pero el central es la presencia de nuestros cuerpos en los espacios de decisión y los espacios de trabajo [...] el cumplimiento de la Ley de Cupo Travesti-Trans de un 1% en todas las áreas, entre les docentes, les no docentes. La presencia de nuestras comunidades tiene que estar presente y tiene que poder tomar decisiones para poder acompañar el trayecto de les estudiantes”. Por su lado, Alu considera que “hay parte de la comunidad LGBT, como por ejemplo las travestis, que prácticamente no tienen acceso a la universidad. Entonces, me parece que si las travas no pueden ir a la universidad, la universidad tiene que ir a las travas y formar un diálogo porque puede salir algo muy potente de ahí”.
Desde la Universidad Nacional de las Artes, y en particular desde la Secretaría de Igualdad, Derechos y Diversidad, se reafirma el compromiso en la elaboración de políticas de promoción de derechos y tendientes a transformar el lazo social de la comunidad universitaria desde la diversidad, el respeto y la inclusión. A su vez, adhiere a la concentración en la Plaza del Congreso (CABA), a realizarse el 28 de junio a las 14 h, en el marco de la lucha contra los travesticidios, transfemicidios y transhomicidios.
1. Alu Godoy Ferreira es activista trans no binarie y militante universitario, artista visual y graduado del Profesorado de Artes en Artes Visuales con Orientación en Escultura del Área Transdepartamental de Formación Docente (ATFD - UNA).
2. Feda Baeza es Investigadora, profesora y curadora especializada en arte contemporáneo. Doctora en Historia de las Artes (UBA). A sus 40 años comienza su transición y se autopercibe travesti. Desde 2006, es docente de grado y posgrado en el Área Transdepartamental de Crítica de Artes de la UNA.
—
Datos de contacto
Secretaría de Igualdad, Derechos y Diversidad UNA
rectorado.igualdad@una.edu.ar
En nuestro país se organizaron diversas expresiones políticas de la comunidad LGBTIQ+ desde los años 70. Entre ellas, se encuentran el Frente de Liberación Homosexual (FLH), que bajo su manifiesto político “Sexo y Revolución”, tuvo a Néstor Perlongher y Manuel Puig como dos de sus principales referentes. Por otro lado, con la vuelta de democracia, los activistas Carlos Jauregui y César Cigliutti formaron la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) en 1984, bajo el desafiante objetivo de luchar contra la represión y los edictos policiales heredados de la dictadura militar.
Una de las demandas del colectivo LGBTIQ+, refiere a la sanción de políticas públicas que protejan los derechos humanos de la diversidad/disidencia sexual. A partir de la década del 2010, y en especial gracias a la genealogía de lucha y organización del colectivo, se crearon diversas legislaciones de gran importancia tales como la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. No obstante, en la actualidad existen graves retrocesos en materia de derechos conquistados para y por la comunidad LGBTIQ+. Por ejemplo, este año el gobierno argentino decidió a nivel institucional retirarse de la OMS (organización que dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad en 1990) y eliminar diversos organismos y políticas públicas abocadas a la protección de los derechos de la mencionada población.
Según relata Alu Godoy Ferreira1, “La coyuntura social y política actual afecta mucho a nuestra comunidad. Por un lado en lo económico, sin duda, porque eso es algo también que está afectando a toda Argentina. Por otro lado tiene que ver con la salud mental. Hay muchos recortes en salud de la cual nuestra comunidad no tiene mucho acceso y es muy difícil poder mantener algo como una carrera universitaria si no tenés las hormonas necesarias, si vas a atenderte a un hospital y no tienen perspectiva de género”.
Alu Godoy
Las universidades públicas tienen un rol de suma relevancia en la creación y aplicación efectiva de políticas públicas que protejan los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en todos los claustros. La creación de la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE), que forma parte del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), se propuso colaborar en el diseño y desarrollo de políticas que contribuyan a erradicar las violencias y desigualdades por motivos de género del sistema universitario. En este sentido, la UNA participa activamente dentro de la mencionada Red desde sus inicios.
Feda Baeza2 considera que la universidad “es un espacio de creación de ciudadanía, es decir, la presencia de nuestros cuerpos, de comunidades disidentes, en las aulas sienta un lugar de representación, nos incluye, nos hace parte de una comunidad en términos generales”. Por su parte, Alu hace énfasis en la necesidad de que “se escuchen nuestras voces” y remarca la potencia del cruce entre el campo de las artes y las perspectivas LGBTIQ+ en la universidad, ya que habilitan “poder ver las cosas desde otro punto de vista con otros saberes, recorridos, otras vivencias, otras comunidades que al no haber sido las hegemónicas y ser poco escuchadas hace que parezca nuevo, fresco, diferente”.
Feda Baeza
En esta línea, continuando con la lucha que protagonizaron distintas personas de la comunidad LGBTIQ+, la UNA asume el compromiso constante de fomentar espacios que alojen al colectivo, con políticas dirigidas a toda la comunidad universitaria. Entre los recursos existentes en la actualidad, se encuentran:
- Protocolo para la atención de la violencia de género, el acoso sexual y la discriminación basada en razones de género u orientación sexual
- Consejería en Promoción de Derechos en Salud y Género
- Formulario de cambio registral acorde a la Ley de Identidad de Género
- Guía para el Acompañamiento de la Comunidad Universitaria Trans, Travesti y No Binarie
- Capacitaciones en género y diversidad “Ley Micaela”
- Guía de uso de lenguaje inclusivo
Al consultarle por los desafíos en la implementación de las estrategias o instrumentos existentes en la UNA, Feda comparte que “Hay muchos acompañamientos que son necesarios. Pero el central es la presencia de nuestros cuerpos en los espacios de decisión y los espacios de trabajo [...] el cumplimiento de la Ley de Cupo Travesti-Trans de un 1% en todas las áreas, entre les docentes, les no docentes. La presencia de nuestras comunidades tiene que estar presente y tiene que poder tomar decisiones para poder acompañar el trayecto de les estudiantes”. Por su lado, Alu considera que “hay parte de la comunidad LGBT, como por ejemplo las travestis, que prácticamente no tienen acceso a la universidad. Entonces, me parece que si las travas no pueden ir a la universidad, la universidad tiene que ir a las travas y formar un diálogo porque puede salir algo muy potente de ahí”.
Desde la Universidad Nacional de las Artes, y en particular desde la Secretaría de Igualdad, Derechos y Diversidad, se reafirma el compromiso en la elaboración de políticas de promoción de derechos y tendientes a transformar el lazo social de la comunidad universitaria desde la diversidad, el respeto y la inclusión. A su vez, adhiere a la concentración en la Plaza del Congreso (CABA), a realizarse el 28 de junio a las 14 h, en el marco de la lucha contra los travesticidios, transfemicidios y transhomicidios.
1. Alu Godoy Ferreira es activista trans no binarie y militante universitario, artista visual y graduado del Profesorado de Artes en Artes Visuales con Orientación en Escultura del Área Transdepartamental de Formación Docente (ATFD - UNA).
2. Feda Baeza es Investigadora, profesora y curadora especializada en arte contemporáneo. Doctora en Historia de las Artes (UBA). A sus 40 años comienza su transición y se autopercibe travesti. Desde 2006, es docente de grado y posgrado en el Área Transdepartamental de Crítica de Artes de la UNA.
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Datos de contacto
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rectorado.igualdad@una.edu.ar
